Al realizar una limpieza energética del tipo que sea (chakras, reiki, imposición de manos, Archivos Akásicos, Sanación Quántica, etc.) existe generalmente un periodo de 7 a 21 días durante en el cual la mayor parte de esos cambios tienen lugar.

Son días de “desintoxicación” e integración de nuevas energías e información en los cuerpos sutiles. Estos cambios también pueden producirse de forma espontánea cuando estamos atravesando una etapa importante de nuestra vida, intensa o especialmente movida.

Al dejar ir ciertas energías acumuladas en el aura y cuerpos sutiles que ya no sirven y reemplazarlas por otras nuevas energías más elevadas, se produce el efecto de “actualización de software”, por hacer una analogía con un ordenador, al cual le estaríamos instalando las versiones más recientes de los programas, o incluso un nuevo sistema operativo.

Diferentes niveles de actuación


A pesar de que cuando se hace un trabajo energético sobre alguien, se solicita que estos cambios y actualizaciones se hagan con la menor incomodidad posible para el sujeto que los recibe, la sesión es guiada por el Yo Superior de esa persona, quien se “encarga” de controlar el proceso. Pueden aparecer ciertos síntomas durante este periodo que es bueno conocer y saber que están siendo debidos a una mejora en su sistema energético.


Trabajo a todos los niveles

Puesto que todos somos completamente diferentes, algunos no notarán nada en absoluto, mientras que otras personas percibirán una o varias de las cosas que explico más adelante. 

También se tiene que tener en cuenta que el reajuste se produce a todos los niveles: emocional, mental, espiritual y por ultimo físico, por lo que hay quien no siente nada hasta bastante tiempo después de haber recibido la limpieza.


Limpieza física del cuerpo

Síntomas parecidos a un pequeño resfriado o gripe: dolor de cabeza, algo de fiebre, picor en la garganta, tos, etc. También algunas molestias físicas menores o como que te piso un tren. Simplemente el cuerpo está intentando eliminar toxinas y energías estancadas allá donde se las tenga, lo cual se traduce en la necesidad de expulsar a nivel físico todo aquello que ya no nos sirve.

Sugerencias

Para reducir las molestias es recomendable escuchar a tu cuerpo, disfrutar de paseos al aire libre, hacer ejercicio si así lo deseas, sobretodo  y lo más importante, beber litros y litros de agua,  comer más sano de lo que acostumbras y  descansar mucho, mucho más ,etc. La idea es simple, ayudar a nuestro cuerpo a recuperar el equilibrio y recargarse con las nuevas energías lo antes posible.


Purificación emocional

Emociones fuertemente arraigadas pueden aparecer sin razón alguna: rabia, enfados, frustración, tristeza, etc. 

Estas emociones salen a la luz porque han estado reprimidas o medio tapadas durante mucho tiempo y al hacer la limpieza las estamos eliminando.

Procura no sentirte afectado por lo que estas “sintiendo”, no te culpes o trates de buscar causas más allá del dejar que esas emociones agoten su carga emocional y por fin se desprendan de tu cuerpo emocional para siempre.

Sugerencias

Para facilitar el proceso, aprende a relajarte, escucha música, baila, pinta, medita, hay muchas formas de hacerlo, respira calmada y profundamente mínimo 3 veces y continua con lo que estabas haciendo, date baños relajantes, con sal marina y lavanda, aprende a disfrutar de las cosas cotidianas, etc. 

El objetivo es dejar ir esas emociones con la mayor suavidad posible.


Purificación mental

Patrones de conducta, pensamientos antiguos, hábitos y costumbres que creíamos desterradas pueden volver a salir a la superficie.

A veces podemos volvernos de nuevo adictos a comer algo sin parar, a fumar, a beber algo, etc. Es el mismo proceso que antes. 

Aquello que teníamos medio enterrado en nuestro cuerpo mental está saliendo por fin a la superficie y disipándose, haciéndonos sentir de nuevo en el momento esos efectos que en su día nos causaron. 

También todo tipo de pensamientos negativos (culpa, abuso, juicio constante a los demás, victimización, etc.) pueden volver a salir durante el proceso de limpieza.

Recuerda, estamos barriendo la casa y no metemos el polvo debajo de la alfombra de nuevo, sino que lo sacamos del todo, para que no vuelva a molestarnos.

Sugerencias

No seas duro contigo mismo cuando te notes sintiendo estas cosas. Simplemente reconocerlas, validarlas, y dejarlas ir es lo que hay que hacer.

Cambia tus impulsos de hacer algo “dañino” por otra cosa que te haga sentir mejor.

Sé gentil contigo mismo/a, haz cosas que te hagan sentir bien, repite afirmaciones positivas, medita, escucha música, ríete de ti mismo/a, etc.


Purificación espiritual

Tus creencias pueden removerse hasta sus más profundos cimientos. La forma en la que ves el mundo puede cambiar, todo lo que creías que era de una forma, poco a poco resulta que es de otra. Tu forma de entender cómo funcionan las relaciones entre la gente, lo que es importante para ti mismo/a, lo que creías que era sólido como una roca, todo puede darse la vuelta cuando hay una limpieza profunda de energías estancadas a nivel espiritual.

Cuando esto ocurre, es como si nos abrieran los ojos, como si nos dieran acceso a otro plano de visión más elevado desde el cual vemos las cosas de diferente manera.

Nuevas revelaciones e intuiciones vienen y van, nuevas ideas reemplazan a las antiguas. Nuestro mundo se transforma y podemos sentirnos desorientados mientras esa transformación va teniendo lugar.

Sugerencias

Para mitigar esos efectos, habla de todo ésto con aquellas personas que puedan entenderte o hayan pasado por algo parecido, lee libros que incrementen tu visión “espiritual” de la vida, escucha música que te transporte a frecuencias más elevadas y te hagan sentir bien, cuida mucho de ti mismo/a.

El proceso de transformación de viejas creencias y limitaciones es normal y no tiene por qué ser dramático de nuevo, solo estas dejando ir lo que ya no te sirve para alcanzar un nuevo nivel.